Marrakech es una ciudad tan atractiva como caótica, tan seductora como apabullante. Si tengo que resaltar algo de esta ciudad, sin duda es el color y el bullicio de la gente, el olor a especias, los vistosos atuendos de sus habitantes. En Marrakech todo son colores y sensaciones. Préparate para vivir una experiencia que sacude los sentidos. Marrakech no te va a dejar indiferente.
Y para que saques el máximo provecho a tu viaje te voy a contar QUE VER EN MARRAKECH:

Sabes que normalmente recomiendo, porque nosotros también lo hacemos, una visita guiada el primer día que llegas y vas a recorrer la ciudad. Sobre todo si es la primera vez que vas a ese destino. Te lo había recomendado cuando te hablaba del viaje a Nueva York, que llegas y tienes esa sensación de que te desborda absolutamente todo.
Pues si es la primera vez que viajas a Marrakech, te lo recomiendo sí o sí. Tienes varias opciones: un Tour gratis por la ciudad donde en un grupo un guía que habla español te enseña los principales puntos de interés de la ciudad, y el Tour privado que te llevará también por los lugares más emblemáticos pero deteníendose donde vosotros queráis y pudiendo modificar el recorrido según vuestras preferencias. Si viajaís en grupo siempre es mejor el Tour privado.
No me invento nada y si consultaís alguna guía antes de viajar a Marrakech, todas os dirán que uno de los problemas que había en esta ciudad era el de los falsos guías de la Medina. Marrakech ha hecho un gran trabajo aplicando mano dura sobre los falsos guías, pero todavía es posible que te encuentres a un buscavidas por ahí que se ofrecerá para acompañarte a visitar la ciudad. Si es así, rechaza la ayuda educadamente y no te enzarzes en ningún tipo de conversación con ellos, porque no te lo sacarás de encima.
Por eso es importante contratar guías especializados como los de CIVITATIS que te pueden enseñar el primer día la ciudad y luego ya te moverás con más seguridad el resto de los días.
Pues una vez que te digo como hacemos nosotros, ahora te cuento lo imprescindible,
lo que no puedes dejar de ver si viajas a Marrakech.

Plaza Jemaa el Fna:
Sin duda esta plaza es alrededor de la que vas a pasar durante tus primeros días en Marrakech. Es la plaza principal de Marrakech y en la que encontrarás desde vendedores, tatuadoras de henna y espectáculos ya a primera hora de la mañana, hasta puestos de comida que se montan hacia la tarde.
MI RECOMENDACIÓN:
Recorrer la Plaza de Jemaa el Fna mejor de noche que de día. De día es una plaza muy grande con espectáculos y puestos de vendedores ambulantes pero de noche se transforma y el ambiente de los grupos de gente que se forman y la música tradicional bereber la hace completamente distinta.
Zocos de Marrakech
Sin duda el corazón de Marrakech son los zocos, una mezcla variopinta de gente comprando, regateando precios, gente vendiendo alfombras, lámparas, bolsos, babuchas… pero también gente trabajando en sus talleres abiertos a la calle, tiendas diminutas donde comprar todo tipo de remedios a base de hierbas y un montón de puestos de verduras y carnicerías que exponen todo hacia la calle.
Es al norte de la plaza Yamaa el Fna donde se concentra el verdadero espíritu de los mercaderes que venían en sus caravanas a la ciudad.
Olvídate del mapa y piérdete por estas calles con olor a especias, comino y carne asada. Déjate llevar y disfruta del ambiente y de la gente que te saludará amablemente.
En este post te conté lo que puedes encontrar en los Zocos de Marrakech.





super recomendación:
Si lo tuyo no es el regateo, te da pereza, apuro o lo que sea … pero no quieres volver sin algún souvenir, no te preocupes !! cerca de la Mezquita de Kasbah hay una especie de grandes almacenes donde se vende todo lo que puedes encontrar en los Zocos a un precio similar. Están al lado del Kasbah Café y frente a las Tumbas Saadíes, te hablo de todo esto más adelante.




Palacio de la Bahía
El Palacio de la Bahía, que significa «la Bella» lo empezó a construir el gran visir Moussa en la década de 1860, pero fue un esclavo convertido en visir, Abu «Bou» Ahmed el que lo embelleció entre 1894 y 1900. Con todos los mejores artesanos de Marruecos a su disposición, con su intrincada marquetería y techos de madera pintada, el resultado es uno de los Palacios más bonitos de Marrakech. En el Palacio de la Bahía pasarás por las estancias:
– Le Petit Riad: Al entrar primero recorres un salón con una chimenea y una ornamentada decoración en techos y paredes, después una galería, hasta llegar a un patio:
– Le Grande Cour: Un enorme patio de mármol de Carrara rodeado de una galería decorada en colores azules y amarilllos. Desde aquí se accede a:
– Le Grand Riad: Esta es la parte más antigua del Palacio, fue completada en 1867. Es un riad con fuentes y vegetación por todas partes con un pequeño salón abierto en uno de los laterales de madera pintada y vidrieras de colores.
– El Harén: Es aquí donde vivían las 4 esposas y 24 concubinas de Bou Ahmed. Las habitaciones más espectaculares son las de la favorita del harén, con paneles originales de seda, marquetería y techos ornamentados con motivos florales.





PUERTA BAB AGNOU
La Medina de Marrakech (la parte antigua de la ciudad) está rodeada de una gran muralla de origen defensivo. Se accede a través de una de las 19 puertas. Una de las más famosas y más bonitas es la de Bab Agnou, que es del siglo XII. Es la entrada a la zona de Kasbah, perfecta para ir hacia las Tumbas Sadíes y el Palacio Badi. Aunque hay muchas teorías, nuestro guía nos contó que se llamaba así porque agnou significa cordero, y esta puerta dicen que se llama «cordero sin cuernos» por haber perdido las 2 torres que la flanqueaban. La puerta está en la calle Oqba Ben Nafaa, a menos de 10 minutos de la plaza de Jemaa el Fna.

Palais el Badi
El Palacio Badi es un conjunto arquitectónico construido a finales del siglo XVI. Badi significa «el incomparable». Este antiguo palacio, fue construido por el sultán saadí Al-Mansur para celebrar la victoria sobre el ejército portugués, en 1578, en la batalla de los Reyes Magos. Cuando estaba recubriendo el suelo del Palacio Badi con oro, turquesa y cristal, el bufón de la corte dijo «Será una ruina preciosa» y no se equivocó, ya que sólo 75 años más tarde el palacio fue saqueado y hoy en día, solo queda una gran explanada de jardines de naranjos, rodeados de altos muros.
El patio rodeado de cuatro jardines bajaos nos dan una idea de la antigua grandeza del lo que fue el Palacio Badi. Son preciosos los muros de tierra apisonada y si subes las escaleras de edificio principal tendrás unas magnificas vistas de la Medina.




Mezquita de la Kutubia
El minarete de la Mezquita de la Kutubia se eleva sobre la ciudad antigua desde el siglo XII. Es el monumento más famoso de Marrakech y una de las más grandes del Occidente musulmán. El minarete de la Koutoubia puede verse casi desde cualquier parte, convirtiéndose en el eje central de la ciudad.
Se levantó antes de la construcción del santuario por Abd el Mou y la terminó su hijo pequeño, Yacoub El Mansour (1184-1189). Su nombre proviene de “kutubiyyun” por un zoco de libros que existía a su alrededor. Por este motivo también se la conoce como la Mezquita de los libreros
Desde aquí el muecín llama a la oración hasta 5 veces al día, y escucharlo forma parte del encanto de la ciudad. Esta torre de 70 metros de altura (es el edificio más alto de todo Marrakech) fue el prototipo para construir la Giralda de Sevilla y la Tour Hassan de Rabat. aparte de numerosas consstrucciones moriscas.
Los no musulmanes no pueden entrar en la Mezquita ni en el minarete, aún así su silueta la verás desde muchos puntos de la ciudad. Es especialmente bonita la imagen del minarete al caer la tarde.



En el lado noroeste del minarete están las ruinas de la antigua Mezquita, que se descubrieron en unas excavaciones recientes. La antigua Mezquita construida donde ahora están las ruinas no estaba correctamente alienada con La Meca, así que los almohades decidiero construir otra Mezquita al lado bien orientada.

Mezquita de la Kasbah
Este edificio es del año 1190. Es la mezquita principal del sur de la Medina. Si quieres saber el aspecto que tendría el minarete de la Kutubia cuando estab recubierto de yeso de color rosa, te puedes hacer una idea viendo la Mezquita de la Kasbah. Enfrente tienes el Kasbah Cafe para tomar algo y disfrutar de las vistas desde la terraza. Está justo enfrente de las Tumbas Saadíes.
Es aquí donde están esa especie de grandes almacenes de souvenirs de los que te hablé un poco más arriba.


Te recomiendo más restaurantes en DONDE COMER EN MARRAKECH.

y también comida callejera:

TUMBAS SAADÍES:
El sultán Al-Mansur quiso que su leyenda sobrevivera a su muerte en 1603, construyendo este mausoleo sin escatimar en gastos. Otro sultán, el alauita Monlay Ismail construiría muros alrededor de las tumbas unas decádas más tarde. Posteriormente este impresionante lugar fue redescubierto en 1917.
La Sala principal es la de los doce pilares, en la que abunda el mármol de Carrara y abundante ornamentación con estuco dorado. Es en esta sala donde están enterrados los príncipes saaadíes y los miembros preferidos de la corte real.
La Tumba de Al – Mansur está en el centro de una sala cornoada por una cúpula dorada con mosaicos de trozos de cerámica. A los lados hay tumbas más pequeñas donde reposan las tumbas de sus hijos. Esta es la sala más visitada
El mausoleo más antiguo del patio está reservado para la tumba de la madre de Al – Mansur.
Tumbas del jardín: aquí están enterrados todos los que no fuera un príncipe en el reinado de Al – Mansur. Gente de su confianza con sus esposas y sus hijos, cancilleres, etc.
Te recomiendo hacer un tour privado para ver las Tumbas Saadíes y el guía te irá contando todo lo que esconde uno de los lugares más visitados de Marrakech:



Hamman
Dicen que si hay un lugar en el mundo ideal para probar la experiencia del Hammam, ese es Marrakech. Después de un día de turismo un baño o masaje en un hammam es una de las actividades más tipicas para hacer en Marruecos. Los hammam privados son una experiencia más relajada y refinada para los viajeros más tradicionales. Un hammam es un baño de vapor para lavarse y limpiarse después de un día en Marrakech. Antiguamente los hammans eran las únicas fuentes de agua caliente de la medina. Estaban hechos de barro cocido y decorados una una cal satinada que bloquea la humedad. Suelen estar coronados por una cúpula con conductos en forma de estrella para dejar salir el vapor.
Uno de los más afamados es Les Bains de Marrakech en el barrio de Kasbah, en Derb Sedra, Bab Agnaou.

Cementerio judio de Miaâra
Si te apetece alejarte de toda la zona turística y darte un respiro, te aconsejo que vayas al barrio de Mellah, donde en su día vivió la comunidad judía de la ciudad. Aparte de dar un psaseo por este barrio, puedes visitar el cementerio judío. Un lugar curioso rodeado de muros encalados en la Rue el-Miaâra. No cobran entrada, das voluntariamente un donativo. Habíamos leído en las guías que el vigilante aceptaba el donativo que el visitante quisiera darle, lo que más nos sorprendió es que el «vigilante» del cementerio judío no tenía más de 8 años… Eso sí muy profesional, nos obligó a lavar las manos al entrar en este lugar sagrado. Seguramente habría otro vigilante pero aparentemente este niño era el encargado. Curiosidades de visitar otras culturas…


JARDINES DE MARRAKECH
Uno de los mejores lugares para descansar del ajetreo del centro de Marrakech, sin duda son los jardines de Marrakech. Te recomiendo varios jardines donde disfrutar del exotismo, la vegetación y la frescura de estos espacios perfectos para relajarse del bullicio de la Medina: 5 Jardines en Marrakech que no puedes perderte.


Entre los sitios imprescindibles para ver en Marrakech sin duda está el famoso Hotel La Mamounia. Es una tradicional casa marroquí convertida en un palacio integrado en un área de 8 hectáreas entre más de mil especies vegetales. Merece la pena entrar a ver este hotel donde se alojaron desde 1923 personajes ilustres y pasear por sus jardines.
A TENer EN CUENTA:
La Mamounia cerrará sus puertas del 25 de mayo al 1 de septiembre de 2020 para llevar a cabo trabajos de renovación centrados principalmente en las áreas gastronómicas del emblemático hotel marroquí

Madraza de Ben Youssef:
La Medersa (escuela de teología) fue en su día el centro de aprendizaje coránico más grande del norte de Africa. Actualmente sigue siendo uno de los ejemplos más espléndidos del arte islámico de la región. Aunque fue construída en el siglo XIV, fueron los saadíes los que le dieron el acabado tan deslumbrante que ampliaron y redecoraron el edificio en 1570. La Madraza de Ben Youssef se convirtió en la Universidad Islámica más grande del Magreb. Se transformó en museo en 1960 y desde su renovación en 1999 es uno de los sitios más populares de Marrakech.
Nada más entrar por la puerta una inscripción «A tí que entras por mi puerta; que se cumplan tus mayores esperanzas» te recibe. En el interior se pueden ver muestras de artesanía tradicional, desde las cúpulas de cedro tallado a los balcones con celosía tallada.
El espacio principal de la Medersa sin duda es el patio, que seguramente sería el lugar donde los alumnos estudiaban. Un lugar suntuoso con arcos estucados, dinteles de cedro y mucha ornamentación hispano morisca.
Después de subir las escaleras hay unas pequeñas salas que eran los dormitorios de los estudiantes que vivían allí.



no me digas que, si has llegado hasta aquí,
no te estás planteando una escapadita a Marrakech …..
